Hace unos días, en el blog de Dale Caña, hablamos sobre el origen de Halloween y de los Santos y parece ser que gustó, porque ha tenido bastantes visitas esa entrada, no llega a las visitas de nuestra querida película Crepúsculo pero con esta entrada la cogeremos.
El tema de hoy va a ser uno que también trae mucha discusión entre todos los amantes de los buenos regalos y de las costumbres ESPAÑOLAS. Papá Noel Vs. Los reyes Magos. Emepecemos pues.
Los reyes Magos tienen un origen cristiano en el cual unos señores ofrecieron una serie de regalos al niño Jesús y le advirtieron de una serie de peligros que se avecinaban. Hasta ahí lo oficial, pero vamos a la historia pura y dura.
Como todo el mundo sabe, la religión católica basa sus creencias en cuatro evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan; pues bien, el único que menciona dicha visita fue Mateo, y en ningún caso dice que fuesen tres y mucho menos sus nombres. Lo único que escribe son los tres regalos que se le hicieron al niño. Fue de un evangelio apócrifo (evangelio no reconocido por la iglesia) del que se cogió que eran tres e incluso sus nombres. Pero vamos, cogieron ese como pudieron coger otro, porque hay otros escritos que dicen que eran cuatro, seis e incluso doce. Mejor que hubiesen cogido este texto, así nos traerían más regalos. Pero, ¿Es suya la tradición de traernos regalos? La iglesia implantó esta tradición para hacer frente a un hombre regordete y bonachón que le estaba comiendo terreno y del que vamos a hablar ahora mismo.
Papa Noel. La historia de este hombre está plagada de leyendas y es bastante difícil saber cuál es la real. Personalmente me quedó (no porque crea que sea la real, sino porque es la que más me gusta), con la historia de un muchacho que a muy temprana edad, perdió a sus padres en el día de navidad. Los vecinos del pueblo finlandés, en el que vivía, decidieron que una familia cuidara de él cada año para que pudiese tener, por lo menos, un plato para comer y una cama para dormir. Este joven, como agradecimiento, el día que finalizó su primer año, regaló a la familia de acogida una figura de madera que él mismo había tallado. Al año siguiente, con la familia de turno hizo lo mismo, pero además le regaló otro a la anterior con la que había convivido. Poco a poco, se fue fraguando la leyenda hasta la que todos conocemos sobre su vestimenta roja gracias a una marca que todos conocéis.