«Algo viejo, algo nuevo, algo prestado o usado y algo azul». En la supersticiosa Edad Media se decía que en la boda era de buena suerte usar:
Algo viejo, que simbolizara la conexión de la novia con su pasado y representaba la continuidad de su matrimonio. Solía ser alguna joya de la familia.
Algo prestado, que se refería a la creencia de que la felicidad se podía atraer usando algo de una amiga que fuera feliz. Lo prestado simbolizaba la amistad, el obtener la felicidad por préstamo. Solía ser una joya o simplemente un pañuelo.
Algo nuevo, porque producía esperanza por un futuro óptimo).
Algo azul, ya que ese color representaba la fidelidad de los contrayentes. Solía ser la liga en la pierna de la novia. En Estados Unidos la liga azul de blonda era considerada un símbolo de virginidad.
Si un soltero o una soltera le pisaban involuntariamente la cola a un gato, tenían que escupir inmediatamente en el piso. Si no lo hacían, no se casarían.
Si alguien al barrer tocaba los pies de una mujer con la escoba (lo que se denominaba «barrer los pies»), le robaba la buena fortuna por lo que la gente creía que no se casaría, o que lo haría cuando ya estuviera muy vieja y no pudiera tener hijos (lo cual se consideraba la peor maldición imaginable, ya que la razón de ser de la mujer era tener muchos hijos).
Si una mujer soñaba que se estaba casando y se veía vestida de novia, significa que moriría ese mismo día, porque en sueños se había casado con Dios.
Cuando se caían al mismo tiempo un tenedor y un cuchillo, significa que pronto habrá una boda en la casa.
La novia que comía directamente de las ollas o cazuelas mientras cocinaba, era maldecida con lluvia el día de su boda (lo cual evidentemente era considerado una maldición).
En pueblos supersticiosos de la Edad Media (o en la familia real inglesa actual), aunque la pareja ya viviera junta, la noche antes de la boda debían pasarla cada uno en su casa o en casa de sus respectivos padres.
El tirar arroz (u otros granos) después de la ceremonia de la iglesia representaba la semilla, la descendencia.
La alfombra roja que se coloca en la iglesia a la entrada del cortejo, representa honor y respeto. Los pétalos que los pajes avientan abriéndole camino a la novia, simbolizan un futuro dulce y pleno.